Página de Captura

Andrea Jácome

Hola Nasse! Estoy muy agradecida contigo por la asesoría personalizada. Gracias por llegar el primer día con tan buena vibra y acompañar ese proceso tan difícil que fue para mí “soltar”. Dejar ir viejas prendas que representaban momentos de mi vida, ideas que he almacenado por años y la seguridad que me hacían sentir (aunque me viera mal con ellas). Gracias por tus comentarios sinceros, que aún suenan en mi cabeza: “¿por qué te vas a conformar con verte “meh” si puedes verte increíble?, “eres mejor que eso”, “mereces algo mejor”.

Al final, estábamos hablando de ropa pero, el mensaje me pareció mucho más profundo que eso.

Gracias por los días de compras porque aunque me sentía con mucho miedo, tú lograste hacerlo divertido y hacer que funcionara.

Me sentí más cómoda, abierta y dispuesta a permitir que la magia sucediera.

Estos días con mi nuevo look han sido geniales, la gente me dice: “qué bonita”, “qué bonito (saco, pantalón, bolsa…)”, “qué guapa”.

¡¡Algo que hace mucho tiempo que no me pasaba!!

De verdad ya quiero hacer planes y “salir de nuevo al mundo” jaja, porque es una realidad que no sentirme cómoda con mi imagen hizo rechazar muchas invitaciones y preferir estar en casa.

Gracias, gracias por el tiempo, la energía y la intención que me has dedicado. Y felicidades por haber tomado la decisión de poner tu pasión al servicio de los demás.

Cynthia Vega

Gracias, gracias, gracias. En este camino de reencuentro personal he trabajado muchas cosas en mi interior, pero sentía que había algo que me faltaba y que gracias a tu asesoría personalizada encontré. Entendí que el diseño de imagen no es un cambio de imagen, es encontrarte con tu ser frente a frente, mirarte al espejo y reconocer que la energía dentro de ti la puedes ver. Enfrentar tus creencias, liberarte (emocional y físicamente) de aquellos “apegos” que te impiden expandirte. Fue un encuentro con mi niña interior, con mi pasado y mi presente. Gracias por esta gran experiencia Nasse Lavalle porque aprendí que verte al espejo y verte bien no es sinónimo de vanidad si no de amor propio.